El precio del acero marca máximos históricos

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Durante los últimos meses estamos viendo como el precio del acero, al igual que el de otros metales y materias primas, está subiendo de forma imparable. El precio de la tonelada de acero se ha incrementado considerablemente desde el pasado mes de agosto.

En las primeras semanas de 2021, el precio del acero laminado ha alcanzado máximos históricos en los mercados americanos después de que las principales empresas siderúrgicas implantaran una política de subida de precios desde comienzos de año. Los precios de la bobina laminada en caliente de Estados Unidos alcanzaron su máximo histórico el pasado 14 de enero tras romper la barrera de los 1.200 USD/ton. En Europa el año comenzó con unos indicadores que señalaban a los 800€/ton, máximo histórico que se había alcanzado en junio de 2008.

Según la consultora Fastmarkets se calcula que la bobina de acero laminado que costaba 690 euros por tonelada el día 13 de enero, experimentó un alza de casi 68 euros en un solo mes, y de hasta 278 euros desde el inicio del pasado mes de agosto.

Motivos del alza en los precios

Hay diversas razones que impulsan este crecimiento en los precios:

  • Demanda tras el confinamiento. Las fábricas automotrices estuvieron paradas durante el confinamiento, bastantes fabricantes se vieron en la necesidad de redoblar su producción en meses posteriores. Estiman un incremento de ventas a partir de este verano, lo que ha impulsado compras y almacenaje de materias primas para evitar desabastecimientos.
  • Adiós a la crisis. Algunos inversores y gestores de capital consideraron que en septiembre de 2020 la fase de recesión de la economía global había tocado fondo. Su apuesta por un nuevo ciclo de recuperación conlleva a un incremento en la demanda, lo que repercute en una mayor inversión en materias primas.
  • Transición verde. El plan de recuperación de la Unión Europea, centrado en las energías renovables, va a forzar el desarrollo e inversiones en sectores intensivos en el uso de metales.
  • Competencia de las infraestructuras. El mayor gasto de los gobiernos de todo el mundo estará centrado en buena parte en las infraestructuras, sector que también hace un uso intensivo en el uso de metales.
  • Bajos rendimientos financieros. Bastantes productos financieros están atravesando un momento de rendimiento negativo, esto provoca que los inversores se centren en activos directos.
  • Miedo a la inflación. Una posible tendencia a la impresión excesiva de dinero por parte de los bancos centrales ha hecho reaparecer el miedo a la inflación y la búsqueda de activos que actúen como cobertura ante la misma.
  • Producción reducida. La pandemia redujo la producción de metales como el acero. Durante la primera ola del Covid-19, los altos hornos se vieron obligados a suspender una capacidad de producción de unos 31 millones de toneladas; en septiembre solo se reinició el 25% de esta producción.

La incógnita de China

China es el mayor comprador mundial de productos industriales, por tanto lo convierte en el gran protagonista de este escenario. La gran mayoría del mercado del acero está reservado y dirigido al gran país asiático. Como consecuencia, si los precios de las materias primas están subiendo es debido a que está comprando más y mejor los minerales.

El auge del sector de la construcción en China está disparando los indicadores; están tomando medidas para impulsar la construcción y la industria para mejorar su economía. Las acerías están produciendo un 92% de su capacidad, cuando los valores normales estaban situados en valores del 80-85%.

Hay otra serie de factores como puede ser el aumento de las exportaciones de hierro por parte de Australia, Brasil reduce sus exportaciones, ajustes en el sector productivo del acero, cierre de las acerías menos rentables, repunte de demanda, etc… convierten un escenario para el que China está mejor preparada para competir que Europa.

A nivel económico estamos inmersos en una era bipolar con 2 mercados muy definidos como son el estadounidense y el chino. Es por ello que resulta fundamental comprender lo que ocurre en el gigante asiático para anticipar los movimientos del mercado.

Escenario futuro

La escasez de oferta a la que se enfrentó el mercado europeo del sector del acero fue consecuencia directa de la disminución de producción provocado por el Covid-19 en marzo del pasado año. Tras reactivarse la actividad económica, tanto a nivel económico como industrial, se produjo un inesperado pico de la demanda proveniente del sector del automóvil (fue uno de los primeros sectores en dar síntomas de recuperación en Europa).

Las empresas del sector siderúrgico han tenido dificultades para poder satisfacer esta demanda, dato complicado de asimilar teniendo en cuenta la baja demanda de automóviles. Se espera que la demanda de acero a nivel global sea superior en 2021 con respecto al año anterior.

Todo indica a que la escasez de suministro continuará al menos durante una temporada.

Será clave recuperar los niveles productivos previos a la crisis; ya que si se reduce la producción tendría consecuencias como el ‘rally’ alcista que estamos viviendo.

Toda esta situación internacional nos repercute tanto a nosotros, como a nuestros clientes y proveedores al incrementarse notablemente los costes de producción. Estamos trabajando a diario para diluir este impacto económico, en la medida de lo posible, en los proyectos de estos futuros meses.

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